Frecuentemente recibo preguntas relacionadas con la caca. ¿Es normal la caca de mi perro? Es muy blanca, muy suave, muy dura, muy suelta…etc. Así que hoy quiero hablaros un poco acerca de cómo deberían ser unas cacas “normales” de un perro alimentado con BARF.

Uno de los cambios más evidentes al hacer el cambio de dieta de pienso a BARF se ve en las cacas. Muchas personas se preocupan al ver que las cacas de sus perretes han cambiado tanto y quieren asegurarse de que estén dentro de la normalidad.

Así que hablemos de cómo son las cacas a las que estamos acostumbrados de perros alimentados con piensos y vayamos comparando con las cacas de perros alimentados con BARF.

CANTIDAD Y CONSISTENCIA:

CON PIENSO: Abundantes, muy abundantes y de consistencia más bien blanda.

No sé si os ha pasado, pero cuando daba pienso a mi perra, en muchas ocasiones tenía que ponerme una bolsa en cada mano,  a modo de guantes, para poder recoger aquella inmensa caca. La consistencia tampoco ayudaba. No era diarrea, pero era blanda, parecida a la consistencia del helado de máquina (perdón por la descripción gráfica) y era muy difícil recogerla de forma exitosa. Casi siempre dejaba un rastro importante en la acera que era imposible de recoger. Y a veces no eran blandas, pero seguían siendo enormes para el tamaño de mis perras o para la cantidad de alimento que comían.

CON BARF: Compactas y Pequeñas y de consistencia más bien seca y dura

Los perros alimentados con BARF tienen cacas compactas y pequeñas en comparación con las cacas a las que estamos acostumbrados a ver en perros alimentados con pienso. Pero como la mayoría de los perros están alimentados con pienso, pensamos que esas cacas grandes, muy voluminosas, son lo normal. Y al ver que al cambiar de dieta esas cacas pasan a ser mucho más pequeñas y compactas, las personas se preocupan de que su perro esté estreñido. No es así, de hecho, este es uno de los beneficios del cambio de dieta. Ya no necesitaremos 2 bolsas para recoger una sola caca. Las cacas producto de dieta natural son muy fáciles de recoger porque además de ser más pequeñas son secas, con una consistencia más parecida a la caca de cabra o de conejo. Mis perras Golden Retriever alimentadas con BARF hacen unas cacas del mismo tamaño que el teckel de mi vecina (alimentado con pienso, por supuesto).

FRECUENCIA

CON PIENSO: Más de 3 veces al día

Aparte del tamaño de cada deposición, la cantidad de deposiciones es realmente alta en perros alimentados con pienso. Mi perra podría hacer hasta 3 y 4 veces por paseo. Esto se debe a la pobre digestión y asimilación del pienso. Excretan prácticamente lo que han ingerido, sin absorber ni aprovechar casi nada.

CON BARF: Lo normal es que hagan 1 a 2 veces al día

Sí, solo 1 o 2 veces al día. La mayoría de la gente al hacer el cambio piensa que su perro está estreñido porque ya no hace 2-3 veces por paseo ni en las cantidades tremendas que hacía hasta ahora. Entonces se preocupan. No os preocupéis. 1 o 2 veces al día es perfectamente normal. Esto es producto de la gran capacidad de asimilación y digestión que poseen los alimentos naturales. Prácticamente se aprovecha todo, y el producto final (la caca) está formado casi íntegramente por restos de hueso (polvillo) y fibra vegetal no digerida.

OLOR:

CON PIENSO: Realmente fétidas

Las cacas son cacas y deben oler mal, ¿cierto? Cierto, hasta cierto punto. El olor de las cacas de perros alimentados con pienso es exageradamente fétido. Lo que pasa es que, como con otras características, nos hemos acostumbrado y muchas veces pensamos que es lo normal.

CON BARF: Olor a caca “normal”

El olor de estas cacas es “normal”. Huele a caca, claro, pero no tienes que aguantar la respiración al recogerlas, como pasa con las cacas de pienso.

FACILIDAD PARA RECOGERLAS Y DEGRADACIÓN

CON PIENSO: Muy difícil

Por lo mismo que hablaba antes de la consistencia y el tamaño, la tarea de recoger las cacas puede ser bastante complicada en este caso. Muchas veces es imposible de recoger completamente y terminamos dejando un rastro desagradable en la acera. Estas cacas tampoco se degradan fácilmente en el entorno. Se ha determinado que estas cacas pueden tardar hasta un año o más en degradarse, debido a la gran cantidad de conservantes y materiales de relleno que llevan los piensos. Si no las recogemos pueden pasar mucho tiempo prácticamente enteras y sin alterarse.

CON BARF: Muy fácil

Al ser secas y compactas, estas cacas se recogen muy fácilmente y no dejan rastro en la acera. Además, se degradan muy fácilmente en el entorno. De no recogerlas, se habrán degradado y vuelto casi polvo en cosa de 2-4 días ya que están formadas por restos de alimentos naturales.

Y ahora os quiero dejar una pequeña lista de lo que significan los diferentes colores en la caca de acuerdo con la Dra. Barbara Royal (“The poop on poop”, Raw Roundup 2016).

Blanco: Exceso de huesos, exceso de calcio o el color que toman las heces antiguas de perros alimentados con BARF. Si es por exceso de huesos, se recomienda bajar el porcentaje.

Amarillo: Puede implicar una infección de coccidia o de otros parásitos o bacterias intestinales.

Naranja: Cuando los animales han ingerido colorantes alimenticios, o pueden ser también trazas de sangre.

Rojo: Sangre que proviene del tramo final del intestino grueso o del ano. Puede implicar irritación del tracto digestivo y no tiene por qué interpretarse como un problema grave. Podría también ser una gastroenteritis hemorrágica, que es una afección que ocurre con bastante frecuencia.

Marrón: Color típico, normal.

Negro: Puede ser sangre digerida, proveniente del tramo superior del sistema digestivo. También, ciertos medicamentos pueden dar esa coloración (por ejemplo, suplementos de hierro).

Verde: Hipermotilidad (movimiento exagerado) del tracto gastrointestinal, por lo tanto no da tiempo a que ocurra la digestión de la bilis y entonces tiene esa coloración verdosa.

Con presencia de moco: El moco es una respuesta secretora que tiene como objeto desintoxicar o deshacerse de elementos dañinos que pasan por el intestino. Puede ser también producto de una enfermedad viral.

Azul: Cuando los animales han ingerido juguetes plásticos o puede ser también un signo de envenenamiento con raticida.

Esta pequeña lista os puede servir de guía. Es importante que ante las dudas en el caso de una variación repentina y extrema de las características de las heces, llevemos a nuestro perro al veterinario. Allí harán un examen de heces y otras pruebas que consideren pertinentes. Por el contrario, si conocemos la variación que puede existir al hacer el cambio de dieta, no nos asustaremos ni preocuparemos por ciertos cambios que son totalmente normales.

Al hacer el cambio a dieta BARF es posible que se presente una reacción de desintoxicación del organismo y que por lo tanto las cacas sean diferentes. Los cambios más comunes al hacer el cambio de dieta son:

Diarrea: se considera un cambio relativamente normal y se puede presentar durante varios días. Es importante que supervisemos a nuestro perro. Si está bien de ánimo, come y bebe agua con normalidad (con el cambio de dieta también suelen beber menos agua) lo mejor es mantener la nueva dieta y no regresar al pienso (a menos que la diarrea sea explosiva, muy fétida, muy abundante o muy frecuente. En ese caso, ¡al veterinario!).

Estreñimiento: si hemos empezado con dieta normal con huesos incluidos, es posible que nuestro perrete se estriña un poco al principio (no suele suceder si la transición se hace con dieta blanda). Recordar que con esta dieta la frecuencia de las heces disminuye a 1-2 por día, por lo tanto, estreñimiento sería que no hiciera caca en 24 horas o que le costase mucho hacer.  En este caso, simplemente debéis bajar la cantidad de huesos durante unos días (4-5) y luego podéis volver al 60%. Si el perro vuelve a estreñirse al volver a este porcentaje de hueso, es señal de que debéis bajarle la cantidad de huesos de forma constante (bajar al 50%, por ejemplo).

Caca con unas pocas manchas de sangre: cuando la caca es normal pero presenta unas pocas manchitas de sangre roja (si la cantidad de sangre es abundante hay que acudir al veterinario inmediatamente), esto puede ser síntoma de irritación gastrointestinal. En este caso es normal por el cambio de dieta. Sin embargo, si persistiera (más de 2-3 días) entonces debemos acudir al veterinario ya que puede haber otro problema subyacente, que simplemente ha aflorado con el cambio de dieta.

Moco: el moco es muy típico durante el período de desintoxicación. Recordemos que es una respuesta del organismo que trata de eliminar sustancias, bacterias u otros agentes tóxicos.

Es importante que, como siempre digo, apliquemos el sentido común. Las cacas no serán siempre iguales (como nos pasa a nosotros). Algunas veces serán más duras, otras más blandas, de diferentes tonalidades, etc. dependiendo de lo que hayan comido (incluyendo palos, pelotas y cualquier otra cosa rara por la calle). Por lo tanto no debemos alarmarnos por los pequeños cambios que puedan presentarse. Muchas veces con solo esperar un par de días la caca volverá a la consistencia normal. También es importante que si sacamos a nuestros perretes al campo nos acerquemos de vez en cuando a observar sus cacas, ya que muchos dueños al no tener que recogerlas en el campo no las observan. La caca nos habla constantemente del estado de salud de nuestro perro y es importante que la observemos con regularidad. Y, como siempre digo también, en caso de cualquier duda importante relacionada con la caca, olvidaros del facebook y llevar a vuestro perro al veterinario 😉