Cuando estudiamos un poco la bibliografía científica relacionada con los efectos de la alimentación sobre el comportamiento de los perros, encontramos numerosos estudios que demuestran el vínculo tan importante que existe entre la composición del alimento ingerido y el comportamiento del perro.
Desde los estudios más tradicionales hasta los más vanguardistas y desde los más rigurosos hasta los más empíricos, podemos comprobar que todos demuestran cómo el tipo de alimentación tiene un papel fundamental en el comportamiento de los individuos (humanos, caninos, felinos, roedores y pare usted de contar). Y aunque hay muchos más estudios realizados en humanos que en otras especies, sabemos que muchos de esos estudios se pueden extrapolar perfectamente a nuestros peludos.
Es por eso que hoy he querido entrevistar a Ezequiel Dello Russo, Educador Canino especializado en Zooantropología (disciplina que estudia la relación entre los seres humanos y otras especies), que utiliza los cambios de dieta como herramienta fundamental en sus intervenciones. Ezequiel acumula más de 25 años de experiencia en diversos países: Argentina (su país natal), Francia, Estados Unidos, Italia, Eslovenia y actualmente en España, donde está afincado desde hace solo 2 años pero donde ya se afirma como un reconocido profesional, acérrimo defensor del bienestar integral y general de nuestros perros.
Además de su toque especial con los perros, Ezequiel tiene una capacidad innata para empatizar y comunicarse con los cuidadores, un talento sin duda esencial en su trabajo.
– Ezequiel, cuéntanos un poco sobre tu formación y experiencia
Pues empecé en el mundo del perro casi sin ser consciente de ello porque ya con sólo 7 añitos participaba con los perros de mi familia en exposiciones caninas de belleza y trabajo, y poco a poco y casi sin darme cuenta me vi ya con 15 años dando clases de educación canina a domicilio. Mi formación profesional inició con 19 años con mi ingreso en la Escuela de Perros guías de Paris, una de las escuelas más prestigiosas y avanzadas del mundo. Fui muy afortunado porque pude hacer de mi pasión mi profesión. Son – como bien has dicho – más de 25 años de experiencia en diferentes países del mundo.
He creado numerosos proyectos en numerosas perreras del mundo para reeducar y rehabilitar perros con pocas posibilidades de ser adoptados y los resultados han sido fantásticos.

Concebí el método de trabajo “Bienestar Canino Integral”, un método que reúne todo lo que me interesa: la zooantropología, la alimentación natural y las terapias naturales. Este método considera al perro como un ser vivo individual, como un organismo único y completo, y a partir de ahí lo potencia restaurando sus ecosistemas corporal y mental.
– ¿Cómo y cuándo empezaste a considerar la dieta como factor fundamental en el comportamiento?
A los 10 años en una visita al veterinario descubrí que existía el pienso, inmediatamente lo compramos, parecía una solución mágica, en ese entonces estaba criando un cachorro de Pastor Alemán. A las pocas horas de la primera ingesta de pienso mi cachorro colapsó, diarrea con sangre y vómitos. Yo creo que ahí comenzó mi rechazo hacia la comida industrial: me había quedado muy claro, lo que mi perro había comido era algo parecido al veneno. A partir de ahí empecé un camino sin retorno y la alimentación natural pasó a ser parte de mi vida y de mi trabajo. Puedo decirte que entre los recuerdos de mi infancia está el ver a mis perros oler los cajones de fruta y verdura que traíamos del mercado central, su predilección por ciertos alimentos, la alegría en sus ojos cuando probaban algo nuevo, el repertorio inmenso de emociones que despertaba en ellos una dieta sana y variada.
El estudio constante hasta hoy me confirma día tras día que una dieta natural es clave para que nuestros perros crezcan y vivan sanos
– ¿Cómo descubriste la dieta BARF?
Pues verás qué curioso: la que hoy se conoce como dieta BARF yo la descubrí de pequeño, y desde luego no se llamaba dieta Barf, no existía aún como tal, yo creo. En todo caso para mí era simplemente una dieta sana y variada y era la dieta de los perros que tenia mi tío en la Pampa Argentina: era una jauría de perros, perros mestizos que vivían en situación de total independencia, que cazaban para alimentarse, que comían las sobras de los animales sacrificados y muy de vez en cuando los restos de la comida familiar. Te aseguro que eran animales sanísimos, robustos y felices.
Muchos años más tarde, trabajando en Italia, descubro la existencia de un libro, “Fido non si fida” de Stefano Apuzzo, que creo que no ha sido publicado en España y el título viene a decir más o menos “mi peludo no se fía”; bueno pues como digo, en ese libro se denuncia a la industria del pienso y propone una alimentación sana para nuestros perros. Poco después conocí a la Doctora en Medicina Veterinaria Barbara Gallicchio de Asetra (siglas en italiano para: Asociación de Estudios Etológicos y Tutela de la Relación con los Animales), experta en comportamiento y una personalidad muy prestigiosa en Italia en el mundo del perro, y ella recomendaba una dieta sana y libre de productos industriales. Así que primero mi propia experiencia y luego el conocimiento, fueron forjando mi convicción. A partir de ahí, el estudio constante hasta hoy me confirma día tras día que una dieta natural es clave para que nuestros perros crezcan y vivan sanos.
– Cuéntanos algunos casos prácticos que hayas tenido en los que la dieta haya sido fundamental para mejorar el problema de estos perretes
Mira, sin ir más lejos, el último caso que tuve la semana pasada: un Jack Russel de 14 meses, alimentado con una famosa marca de pienso, presentaba una evidente y marcada hiperactividad a la hora del paseo, una micción sin duda excesiva que incluía marcaje dentro de casa, y lo más grave y llamativo, unos estados emotivos descontrolados con conductas claramente obsesivas. Aconsejé pasar del pienso a la Barf y, créeme, todos estos síntomas, todos, desaparecieron en el lapso de tres días.
Te cuento otro caso muy interesante: Otto, Rotwailer de 2 años de edad con serios problemas de agresividad hacia personas y congéneres. Otto se alimentaba con una marca de pienso de supermercado y para colmo recibía a diario una abundante ración de premios industriales. ¡Imagínate! Tras la primera evaluación descubro que Otto tenía picos de agresividad durante el día. ¿Y sabes porqué? Pues fíjate que estos picos ocurrían siempre después de comer, es decir, por el aumento de la glucosa en sangre, producto de la ingesta masiva de carbohidratos. Luego del cambio de dieta del pienso a la dieta BARF, nuevas pautas de educación y eliminación de todo tipo de premios industriales, la agresividad se fue reduciendo paulatinamente hasta desaparecer.
– ¿Cómo responden los cuidadores antes tus sugerencias de cambio de dieta?
En general responden muy bien, el 95% de mis clientes pasan rápidamente a la dieta BARF. Muy pocos la rechazan.
No hay duda: los perros son seres sensibles y la ingesta de comida industrial condiciona fatalmente su estado emotivo
– ¿Tienes algún truco para que te hagan caso? Conozco varios educadores que dicen que es casi imposible hacer que los cuidadores cambien la dieta de su animal.
Sí, es verdad, me consta que mis colegas muchas veces renuncian a la idea de proponer la BARF. Yo creo que esa renuncia tiene que ver con el no tener el conocimiento profundo de los principios de la dieta, de las técnicas correctas para su implantación, y así falla el convencimiento. Además me atrevería a decir que en estos casos el educador no tiene como prioridad el bienestar del animal. Te voy a confesar un truco: No se trata de explicar horas y horas los beneficios de la dieta; no se trata de convencer, se trata más bien de conectar emocionalmente con los cuidadores, de conectar con el deseo que tienen porque su perro esté mejor, sea más feliz, esté más sano. Si eres capaz de transmitir que el bienestar de su perro te interesa como si fuese tuyo, entonces la comunicación fluye, la posible desconfianza desaparece y el paso a la dieta natural se instaura sin problemas.
– ¿Te has encontrado con cuidadores que no quieren cambiar la dieta de sus perros? ¿en esos casos qué recomiendas?
Sí, y los motivos que suelen invocar no tienen en general fundamento alguno, pero hay que respetarlos. A los cuidadores que no quieren dar BARF yo les ofrezco otras alternativas como la dieta cocida, el enriquecimiento del pienso, etc. Lo importante es dejar claro que un perro no puede ser ni feliz ni sano comiendo solo pienso.
– En tu opinión, ¿cuáles son los comportamientos problemáticos que más se benefician de un cambio de dieta?
Sin lugar a duda la hiperactividad y los estados emotivos alterados. En más de 25 años de trabajo he visto cambios radicales en el comportamiento de los perros una vez que han cambiado de dieta.
– La Dra. Isla Fishburn habla de la importancia del alimento en los hogares que tienen varios perros y de cómo en algunos casos se debe alimentar de forma diferente a cada individuo para evitar conflictos. ¿Has experimentado esto en persona con tus clientes?
Es de suma importancia entender qué tipo de carácter funcional tiene cada integrante en un grupo de perros. La diferencia en la alimentación de cada perro puede resolver muchos conflictos sociales, puede traer paz y armonía. Los perros que tienen un carácter funcional prioritario, por ejemplo, deben comer alimentos distintos de los del resto del grupo, de la misma manera que hacen los lobos.
– ¿Qué les dirías a tus colegas educadores con respecto a ayudar a los perros con la dieta?
Les diría que estudien, que se documenten, que hoy en día no se puede desconocer que el pilar fundamental en la vida de un perro es su alimentación. No concibo ocuparse de educación canina y no preocuparse por la alimentación, me parece una irresponsabilidad profesional.
Ezequiel atiende casos actualmente en toda la Comunidad de Madrid, puedes contactarle directamente en el teléfono 693563857.
Me ha encantado la entrevista de Ezequiel Dello Russo, recuerdo de pequeña en casa de mis padres, no dabamos pienso nunca, teniamos un hotel y todas las sobras iban destinada a los perros. Ojala más gente se una a esta forma de alimentar a su compañero de caminos de 4 patitas.