Siempre que se habla de las dietas naturales para perros y gatos surge el debate de los veterinarios y la dieta BARF. Una relación controvertida y que sin dudas despierta pasiones. Cada día gana más adeptos pero también pareciera que la oposición existente se hace más intensa. Así que hablemos un poco del tema.
¿Por qué mi veterinario se opone a la dieta BARF?
Una de las preguntas más comunes que recibo cuando hablo de esta dieta es: «pero si es tan buena como dices, ¿por qué mi veterinario está totalmente en contra?».
Y la respuesta a esta pregunta es muy sencilla: Porque tiene miedo.
¿Y de dónde nace el miedo? del desconocimiento.
Pero, muchos me dicen: “Espera, espera, ¿cómo que desconocimiento? Los veterinarios estudian muchos años y saben todo lo que se tiene que saber sobre la salud de mis animales.”
Los veterinarios (no) saben mucho de Nutrición de perros y gatos
Déjame contarte algo que ya muchas personas saben, pero la gran mayoría aun desconoce. En casi la totalidad (y no digo la totalidad porque ciertas Facultades de Veterinaria se han ido actualizando lentamente), la asignatura Nutrición Animal se enfoca casi exclusivamente en la nutrición de animales dedicados a la producción animal (producción de leche, carne, huevos, lana, etc).
Es decir, se enseña la nutrición orientada a aumentar la producción animal (qué pasto es mejor para aumentar la producción de leche, qué alimentos y nutrientes son necesarios para lograr un crecimiento más rápido y llevar a los animales a matadero en menos tiempo, etc.).
Cuando llega el día de la clase de Nutrición de Pequeños Animales, visita la Facultad algún representante del fabricante de piensos que tiene convenio con esa Facultad (suelen ser las grandes como Hill’s o Royal Canin, por ejemplo) y le da una charla a los estudiantes sobre sus piensos, el por qué es “la mejor nutrición”, el por qué es mejor que los veterinarios no se preocupen por este aspecto y que lo dejen en manos de ellos, que son los expertos en formulación. Incluso para patologías, lo ideal es olvidarse de todo y quedarse con estos maravillosos productos, formulados cuidadosamente por expertos.
Por supuesto, los estudiantes CONFÍAN en que si estas personas son las elegidas por su Facultad para formarles en este tema, es porque debe ser cierto todo lo que dicen.
Si además, a esto le sumamos que la Veterinaria es una carrera extremadamente complicada y en la que los profesionales tienen que saber de muchísimas disciplinas y especies diferentes, el hecho de poder dejar una de sus competencias en manos de “expertos” y ofrecer a los cuidadores una opción “formulada cuidadosamente”, es un gran alivio.
Pero esto no queda aquí.
La cultura del miedo
Desde finales de los años 50, década en la que se funda «The Pet Food Institute» (El Instituto de Alimentos para Mascotas), las empresas fabricantes de alimentos deshidratados para mascotas comienzan no solo a introducirse en todas las Facultades de Veterinaria del mundo (algo totalmente contrario a la ética) sino a establecer cuidadosamente la cultura del miedo.
No solo enseñan a los estudiantes de veterinaria a olvidarse del sentido común y quedarse con sus productos (por ejemplo, dando descuentos a los estudiantes incluso mayores que los que dan a tiendas y en algunos casos hasta ofreciendo patrocinios a las clínicas a cambio de exclusividad en la venta de sus productos), sino que para reforzar su presencia, hablan constantemente tanto a veterinarios como a cuidadores, de los “peligros” de alimentar a los peludos con cualquier otro tipo de alimento que no sea el ultra-procesado deshidratado que ellos promueven (¿esto te suena de algo?). Obstrucciones, bacterias, desequilibrios nutricionales, contaminación a humanos, etc.… “¡Cómo se te ocurre exponer a tu amado peludo y a tu propia familia a estas terribles amenazas!”
¿Has escuchado eso de que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”? Una frase de Joseph Goebbels, encargado de la propaganda del gobierno Nazi. Casi 80 años repitiendo ciertas frases en las Facultades de Veterinaria de todo el mundo y en todo tipo de publicidad han calado muy hondo.
El resultado de esta cultura ha sido terrible para nuestros perros y gatos y excelente para esta industria multimillonaria.
¿Y por qué mi veterinario no se rebela contra esto?
Es muy importante que entendamos y tengamos muy claro que NO es culpa de los veterinarios. Ellos también han sido engañados, ellos también han sido programados, ellos también tienen mucho miedo. Y quiero enfatizar algo: ellos se preocupan por el bienestar de nuestros animales y de las personas que les rodean. Lo que hacen lo hacen con la intención de protegernos, tanto a nuestros peludos como a nosotros sus cuidadores.
Yo he tenido en mis cursos muchos veterinarios, personas de mente curiosa y abierta y con ganas de aprender, que sentían que lo de los piensos no tenía mucho sentido. Y la opinión al finalizar el curso es generalizada. Todos comentan como en la Facultad no habían aprendido casi nada de nutrición y como después del curso se sentían apasionados por esta disciplina, irónico ya que en sus años de estudiantes la asignatura de Nutrición les parecía bastante aburrida.
Pero el miedo ha calado tan hondo que incluso uno de mis alumnos veterinarios (menos mal que ha sido solo uno entre todos los que he tenido) me dijo en una ocasión: “tu curso me ha encantado, estoy de acuerdo con todo, pero me sigue dando mucho miedo recomendar esto a mis pacientes”.
La gran mayoría de los veterinarios no sabe que los pioneros de la dieta BARF son, precisamente, veterinarios: el Dr. Ian Billinghurst, escritor de 4 libros sobre el tema incluyendo «La dieta BARF» , el Dr. Tom Lonsdale, escritor de 2 libros (Raw Meaty Bones y Work Wonders). Que hay excelentes profesionales como la Dra. Karen Becker, la Dra. Barbara Royal o la Dra. Jean Dodds divulgando y apoyando los beneficios de la misma, o que actualmente existe en el Reino Unido la Raw Feeding Veterinary Society (Sociedad Veterinaria de Alimentación Cruda) dirigida por el Dr. Nick Thompson. Una sociedad fundada por y para Veterinarios, Enfermeros y Auxiliares, por nombrar solo a unos pocos.
A pesar de todo cada día más y más veterinarios se unen al movimiento. Más y más veterinarios se rebelan frente a esta situación.
¿Qué podemos hacer los cuidadores?
Lo más importante es:
– Informarnos
Hoy en día hay abundancia de información sobre las dietas naturales crudas para perros y gatos y de muy fácil acceso
– Aprender
Si queremos reforzar aun más la información que existe, podemos profundizar en el tema accediendo a una diversidad de cursos tanto presenciales como vía online.
– Esforzarnos por luchar contra nuestros miedos internos
Si sientes que estás sucumbiendo al miedo, busca apoyo tanto en las redes de usuarios como en profesionales del sector.
– No dejarnos vencer por la estrategia del terror.
Tenemos que tener siempre en cuenta el objetivo de la que ha sido una de las campañas de marketing más exitosas de la historia: hacernos dudar, quitarnos el poder y hacernos pensar que somos absolutamente incapaces de alimentar a nuestros animales de forma adecuada (irónico que nos permiten alimentar a nuestros hijos humanos pero no a nuestros peludos)
También es importante el consejo del Dr. Ian Billinghurst: llevar a nuestros peludos alimentados con dieta natural cruda a los veterinarios para que vean y comprueben (a través del examen clínico y las analíticas) los efectos positivos de esta alimentación.
Los veterinarios y la dieta BARF
Afortunadamente cada día más y más veterinarios se suman a este movimiento, se interesan por aprender cosas nuevas, luchan por enseñar a cuidadores y colegas y aplican los principios de la nutrición adecuada a la especie en su día a día.
Estoy convencida de que llegará el día en el que, al igual que pasó con la industria del tabaco en los años 60 (cuando los médicos se dieron cuenta de los perjuicios del tabaco para la salud de sus pacientes y dejaron de recomendar y patrocinar su uso), los veterinarios dejarán de recomendar un tipo de alimentación ultra procesada, deshidratada y cargada de ingredientes perjudiciales para la salud de nuestros animales.
Yo por mi parte os digo que podéis contar conmigo, que seguiré mi lucha, seguiré hablando, seguiré enseñando y seguiré empeñada en que tanto veterinarios como cuidadores des-aprendan lo que se les ha enseñado durante los últimos 80 años y vuelvan a ver la belleza y simplicidad de un modelo alimenticio que ha hecho que perros y gatos evolucionen durante millones de años de forma maravillosa.
En un próximo artículo os hablaré de las objeciones más comunes presentadas por los veterinarios.
¡Hasta pronto!
Buenas noches Mónica: